Además, ofrece lugares increíbles desde los que ver y fotografiar la ciudad vieja. Así encontramos Bärengraben y Bärenpark, que discurre pegado a la orilla meridional del río Aar. También merece la pena destacar la Munster Plattform. Está situada junto a la catedral y tiene vistas espectaculares de las orillas del río Aar.
Qué ver en Berna
La parte vieja se puede visitar con calma en un solo día. Tan solo hay que planificar adecuadamente las cosas que vamos a ver. Tomando un punto de partida y otro de término, que podrían ser el mismo. En nuestro caso, la Estación de tren de Berna.
Pero tampoco debemos dejar de lado la parte más moderna de la ciudad. De ella debemos destacar, sin duda alguna, el Zentrum Paul Klee. Es un magnífico museo cuyo edificio diseñó el famoso arquitecto Renzo Piano. Dedicado al genial artista nacido en Berna, en su interior podremos encontrar la mayor colección de Paul Klee. Una visita claramente imprescindible para todos sus admiradores.
Una ciudad que merece la pena conocer a pie, intentando ver cada uno de los rincones más pintorescos que hacen de Berna una ciudad diferente. La capital de Suiza cuenta además con numerosos edificios gubernamentales. De entre ellos destaca sin duda el Bundeshaus, el parlamento del país. El epicentro de la democracia suiza aunque la mayor parte de las decisiones las tome el pueblo. Un país moderno y económicamente fuerte que liga su futuro a las decisiones tomadas en referendos.