Cerca de Berna se han encontrado restos de un antiguo pueblo romano. La actual ciudad surgió en 1191 en torno al castillo de Nydeck como lugar de mercado. También era un puesto militar para defender la frontera que separaba a la población germánica de la franca. Su fundador, Bertoldo V. de Zähringen, le dio el nombre de Berna. Al extinguirse la familia Zähringen (en 1218), Berna pasó a formar parte del Sacro Imperio. Tuvo la categoría de ciudad imperial y fue la capital de un estado próspero y rico. Consiguió su autonomía tras las victorias de Dornbühl (en 1298) sobre Rodolfo de Habsburgo; y de Laupen (en 1339) sobre la nobleza borgoñona.
Historia de Berna en la Edad Media
En 1353 entró a formar parte de la Confederación de Estados Suizos, un gran paso en su historia. Se convirtió en el octavo miembro, y muy pronto destacó como estado líder de la citada Confederación. En 1415 se anexionó la región de Argovia, y en 1528 aceptó la Reforma. Procedió entonces a la secularización de los conventos y en adelante intervino en las contiendas religiosas entre los estados de la Confederación. El Gobierno, abierto en un principio, se detentó a partir del siglo XVII por el patriciado urbano, que en el siglo XVIII ejercía el poder sobre la ciudad y las 52 bailías en que se repartía el estado de Berna.
Los diversos movimientos que intentaron abolir su predominio fracasaron: sublevación campesina en 1653; levantamiento de Vaud en 1723; y conjuración de Henzi en 1749. Tan solo en 1798, al ser ocupada Berna por las tropas del Directorio, se reformó su Administración. Mientras, la oligarquía patricia se arruinó por las imposiciones económicas. Estaban dirigidas a financiar la expedición napoleónica a Egipto.
Por el Congreso de Viena, Berna adquirió de nuevo la independencia. En 1830 estalló en la ciudad una nueva sublevación inspirada en los acontecimientos que tuvieron en julio del mismo año en París, que logró cambiar la antigua Constitución aristocrática por una de corte más liberal. En 1848 se convirtió en capital de la Confedereación Helvética y en ella se estableció el Gobierno federal. Es precisamente allí donde podemos encontrar el Bundeshaus, la sede del gobierno suizo. Finalmente, en 1876 fue sede del III Congreo Internacional de Trabajadores; y en 1919 del IX Congreso de la Internacional Obrera y Socialista.